domingo, 2 de mayo de 2010

Discurso de un loco

La providencia me hizo llegar donde estoy ahora.
¿Que dónde estoy ahora? Ni yo mismo lo sé.

Estoy perdido en la inmensidad de este océano de podredumbre, de defecación, de obscenidades, de banalidades, de excrecencias malignas, de miasmas cuyo hedor obnubilan los sentidos. ¿Acaso no lo notáis?, ¿acaso no veis cómo el cielo se oscurece?, ¿acaso no sentís cómo la tierra se reblandece y se mueve como si fuera gelatina, cómo nos traga poco a poco?, ¿cómo nos asfixiamos en nuestros propios efluvios? ¿No os percatáis de ello? Pues entonces estáis perdidos todos. Entonces soy yo el único que se ha encontrado.

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